miércoles, 31 de julio de 2002

BREVE RADIOGRAFÍA DE UNA TORMENTA SIN FIN

La crítica situación económico-política de la región, ya no es sólo Argentina, merece una reflexión afirmándose en ciertos principios. El incendio iniciado en nuestro país a partir del 19 de diciembre de 2001 se propagó. Para los que venimos pregonando una crisis mundial del capitalismo desde, el hoy "olvidado" "efecto tequila" en México -1994-, no nos sorprende que Uruguay, y cada vez con mayor aceleración Brasil, considerada la 9º potencia económica del planeta, estén recorriendo el mismo derrotero que Argentina, Paraguay, Chile y Perú - país éste, que debió retroceder en sus privatizaciones- también estén salpicados por el fango capitalista. Esta actualidad viene a desenmascarar los fútiles argumentos, que se blandieron en la zona, EUA y Europa en el que se culpaba a los "argentinos", y la "corrupción" de la catástrofe que se inició a principios de diciembre del año pasado a partir del "corralito" cavallista.

Ante la desaceleración progresiva de la economía capitalista-imperialista mundial, que comenzó con la crisis "petrolera" de 1973, el sistema recurrentemente ha tenido serias dificultades para reproducirse y seguir acumulando. Esto se vió disimulado por una serie de triunfos políticos-ideológicos que permitieron a la burguesía "echar mano" a recursos tales como, las "privatizaciones", el recorte de gastos sociales -salarios indirectos- que significaron la liquidación del Estado de Bienestar de la segunda posguerra, que a su vez sirvió para frenar el avance revolucionario de la clase trabajadora a nivel mundial. Como punto cúlmine, de la confusión en que se vieron sumidos los asalariados, debemos señalar la "Caída del Muro de Berlín" en 1989, que hizo extender el "acta de defunción del comunismo"-ergo: a la opción de liquidar al capitalismo de la única manera posible: la Revolución socialista encaminada al comunismo-.

Cuando el "Fin de la Historia" llegó y con él la "eternidad" capitalista, rápidamente se comenzaron a manifestar los primeros síntomas de la exclusión proverbial del sistema vencedor. Cuatro años después del episodio mexicano, que pudo ser salvado con el "salvataje" estadounidense, previo embargo de la producción petrolera y luego de los fuertes remezones en Ecuador, en la zona de los "Tigres asiáticos, Rusia y Brasil, la crisis recesiva se instaló en Argentina. Pero esta vez algo había cambiado en el mundo unipolar y capitalista, por cierto nadie acudió en "ayuda" del nuevo caído y llevamos casi un lustro sumidos en la miseria jamás vista en uno de los lugares naturalmente más rico de la Tierra; siendo que la economía argentina no es tan voluminosa, cabe preguntarse por qué no se operó como tanta otras veces en el pasado cercano y en diversas partes del mundo, la respuesta hay que buscarla en la realidad presente -que como tal ya no se puede discutir ni ocultar- la crísis es mundial y llegó al corazón y cerebro capitalista: Estados Unidos de América.

Desde hace algo más de un mes la catarata de "malas nuevas" en el coloso del Norte es indetenible. Así como en la anterior crisis de sobreproducción capitalista en 1929 que se conoció como el "crac de la Bolsa" esta vez, una situación similar dentro del Ciclo económico capitalista ha sido bautizada como: los "Fraudes contables". Como aquella vez la punta del iceberg aparece en la Bolsa de Nueva York, el centro comercial y financiero mundial, hoy mucho mayor que hace 73 años. Supuestamente la caída de los Valores se deben al falseamiento en la "contabilidad" de ciertas empresas. El objetivo del mismo sería ocultar pérdidas para seguir operando "normalmente" y acumular ganancias como si las mismas provinieran de la "producción", como cualquier emprendimiento capitalista, estafando al inversionista de la Bolsa y el cúmulo de "ilegalidades" en desmedro del Estado. Los errores pueden ocurrir por ineptitud o intencionalmente, lo que comúnmente se llama "mala fe". Tratándose de casos aislados o de poca importancia puede ser cualquiera de los dos motivos antedichos pero cuando es generalizado, y cada vez más, en grandes empresas la causa es otra: crisis de sobreproducción, la mercancía capitalista no se realiza y por lo tanto, más allá de la "cortina de humo" de las especulaciones financieras, el sistema no se reproduce, entra en crisis, se deprime y comienza a crujir de tal manera que está preparado para derrumbarse.

La secuela más palpable de esta catástrofe es la miseria y exclusión generalizada, que ya no es sólo patrimonio de los países "no desarrollados" alejados del "Primer mundo", prueba de ello es el Muro de contención a la inmigración que se está implementando en los países más poderosos del mundo, con legislación aprobada como en Italia. Algunos datos objetivos de la "Depresión" lo brinda la BBC -británica-: la economía estadounidense creció en el último trimestre entre el 1,1% y el 3% / 3,5%, había anunciado Paul O´Neill; el Departamento de Comercio reconoce que la recesión del 2001 ha sido más larga y profunda que la prevista, cuando aún no se hablaba de "maniobras dolosas contables". Algunas de la empresas que reconocen falseamiento en sus balances son: la más grande automotriz del mundo, General Motors; el gigante energético Enrón (por el cual los colosos de las finanzas -Citigroup y JP Morgan- vieron caer sus acciones un 20%) que presento quiebra lo que significo entre otras cosas 17.000 asalariados a la calle; Xerox admite haber hecho "mal las cuentas"; también la prestigiosa Consultora Andersen destruyó documentación de fraudes contables; Bush y Cheney están acusados de la misma maniobra en sus Empresas en los '80 y '90; la 6º empresa de TV por cable -Adelphia- está en bancarrota y su ex presidente y fundador, junto a dos familiares, han sido arrestados al igual que otros dos ejecutivos de la misma. Las Bolsas europeas han empezado a evidenciar los mismos síntomas que la estadounidense, y las principales empresas de automotores (VW), bancos (BBV, BNL), servicios (Telefónica de España, Telekom de Alemania) entre otras están reconociendo pérdidas y retrocesos.

El calamitoso estado económico financiero expuesto estos días en Brasil y Uruguay, que junto a la Argentina y Nigeria encabezan el listado de los países no recomendados para invertir, hace prever un inminente quiebre generalizado del capitalismo a escala planetaria. La economía se soluciona con la política y viceversa; ante un colapso los más poderosos ,que no son tantos, se pondrán a salvo en lugares relativamente seguros, los que sufren y lo harán en mayor medida, serán los trabajadores -ocupados y excluidos-como así también sectores de la pequeñaburguesía que hace rato se encuentran inermes ante la crisis. Por lo tanto los más numerosos y decididos deberán asumir el control de la sociedad y hacer todo lo contrario de lo que se ha venido implementando, esos no son otros que los asalariados, en alianza con el resto de las capas populares. Sólo falta, nada más y nada menos, que claridad ideológica para implementar la política adecuada; además ante el vacío de "representatividad", a esta altura innegable, fundar la herramienta para tomar el Poder. No hay que olvidarse que a la burguesía le resta jugar la carta más pesada y costosa: la guerra. Los aprestos de EUA contra Irak, y el incidente que todavía no cesó, más bien todo contrario, entre España y Marruecos así lo evidencian, hay que estar atentos -la Guerra
trae Revolución-.

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